Queridos amigos,
Por
encargo de su Eminencia el Cardenal Juan Luis Cipriani, al final de las
misas del día de hoy domingo se dio lectura al texto de la consagración
del Perú a los Corazones de Jesús y María que realizara el Presidente
de la República Pedro Pablo Kuczynski el viernes pasado en el Swissotel.
Este
acto ha sido recibido con entusiasmo por algunos católicos, y con
escepticismo y cierta preocupación por otros, ya que el carácter sagrado
de una consagración no admite doblez de corazón o de intención pues se
dirige con toda solemnidad a quien es Camino, Verdad y Vida.
El
Presidente ha pedido a Dios “perdón por todas las transgresiones que
haya cometido en el pasado”, por “todas las que se hayan hecho en el
pasado de la República” y por “todas aquellas decisiones que se hayan
tomado estando en contra de sus mandamientos”. Ha pedido su ayuda “para
cambiar todo lo que nos separa de Él”.
Más aún: ha cerrado su plegaria presentándola como SOLEMNE JURAMENTO ANTE DIOS.
El
presidente Kuczynski no tiene que escarbar mucho para encontrar todo lo
que se ha hecho en su gobierno de espaldas a Dios y en contra de sus
mandamientos. Si sus palabras son sinceras, y esperemos que lo sean
-pues de Dios nadie puede burlarse como lo dice san Pablo en su carta a
los Gálatas (No os engañéis, Dios no puede ser burlado; porque todo lo que el hombre sembrare, eso también segará. Gl 6,7)- en
los próximos días veremos emanar del Poder Ejecutivo toda una serie de
medidas que sin duda darán gloria a Dios y atraerán muchas bendiciones
sobre el pueblo peruano.
Estaremos
asistiendo a la suspensión de la distribución gratuita del mal llamado
anticonceptivo oral de emergencia o píldora del día siguiente que el
Ministerio de Salud entregara por toneladas a los hospitales y centros
de salud a mediados del mes pasado. La entrega de este fármaco mortal
que no es medicina -aun a niñas de 12 años y sin conocimiento de sus
padres- solo busca acabar con la vida de millones de hijos recién
concebidos; es decir, lleva a una masiva destrucción de seres humanos al
poco tiempo de haber recibido de Dios el sagrado don de la vida, lo que
constituye una gravísima transgresión del mandamiento “no matarás”.
En
la misma línea de transgresión al quinto mandamiento se encuentra el
proyecto presentado el 12 de octubre para despenalizar el aborto bajo la
conocida estrategia de “la violación”. Esperemos ver pronto al
Presidente ordenando a su agrupación política el retiro de toda
propuesta legislativa a favor de este homicidio. Así no tendremos que
volver a contemplar en el diario El Comercio otra foto como aquella
subtitulada: “Atrás
quedaron los tiempos en que Peruanos por el Kambio y el Frente Amplio
discutían por ocupar las mejores oficinas del Congreso. Sus voceros,
Carlos Bruce y Marisa Glave, se mostraron sonrientes después de que
miembros de la bancada oficialista y de la oposición presentaran un
proyecto de ley para despenalizar el aborto en caso de violación”:
En
coherencia con su juramento a Dios, tampoco tardará nuestro Presidente
en derogar la Resolución Ministerial N° 281-2016 firmada por el ministro
Jaime Saavedra, a través de la cual se hace obligatoria dentro de la
Educación Básica en los colegios a nivel nacional la enseñanza de los
“derechos reproductivos” (aborto) y de la orientación de género
(sodomía), verdadera abominación a ojos de Dios.
Veremos
también a nuestro presidente eliminar de su Plan de Gobierno el
proyecto de destrucción del concepto de familia a través de la llamada
“Unión Civil” (paso previo al “matrimonio homosexual”) y la persecución
de todo cristiano fiel a través del llamado “crimen de odio” u
“homofobia”.
Dentro
de la promesa de cambiar las transgresiones hechas en el pasado, sin
duda habremos de ver la derogación del protocolo para el irónicamente
llamado aborto “terapéutico”, el cual fuera promulgado –cual desafío a
Dios- el 27 de junio del 2014, solemnidad del Sagrado Corazón de Jesús.
En
otras palabras: si el Presidente Kuczynski cumple con el solemne
juramento que ha hecho ante Dios de cambiar todo lo que nos separe de
Él, ya no tendremos que preocuparnos por el plan que nos anunciara el
28 de julio de ejecutar en su gobierno todas las políticas públicas para
cumplir con los “Objetivos de Desarrollo Sostenible” de las
Naciones Unidas, ya que estos objetivos son un desafío a las leyes de
Dios y buscan la destrucción de todo principio moral cristiano.
Quienes
promovieron el voto por un candidato anti vida y anti familia sin duda
sentirán gran alivio, y todos podremos celebrar con muchísimo gozo el
giro radical que tomará nuestra patria, más aun teniendo en cuenta los
difíciles tiempos que han de sobrevenir al mundo. Si, por el
contrario, los actos de nuestro presidente no se condicen con su
juramento ante Dios -juramento que su Eminencia ha tenido a bien hacer
repetir en todas las Santas Misas del día de hoy-... que el Señor nos
ayude, pues el agravio sería aún peor.
Pongámonos
entonces de rodillas, queridos amigos, y supliquemos al Señor de los
Milagros por nuestro presidente, para que dé pronto cumplimiento a todo
lo ofrecido en la solemne Consagración del día viernes.
Muchos saludos y bendiciones,
Nancy Freundt
Presidente
Agrupación en Defensa de la Vida