jueves, 29 de septiembre de 2016

EL PECADO NUNCA ES GRATUITO : Nancy Freundt Presidente A.Defensa de la Vida - Perú



Queridos amigos,
Hace un par de días pudimos leer en los diarios que el presidente del Perú, en su discurso ante la ONU, ha reiterado lo mismo que nos informara a todos los peruanos en su mensaje a la nación el 28 de julio pasado;  esto es, que las políticas públicas ejecutadas por su gobierno coinciden totalmente con los “Objetivos de Desarrollo Sostenible” de las Naciones Unidas para el año 2030. Para quienes no están al tanto, estos ODS incluyen muchísimos más fondos para convertir el aborto en derecho humano y por primera vez, por presión de los EEUU y el lobby LGTB, excluyen toda referencia a la familia.
El señor Kuczynski no  miente.  Nadie podría negar esta tragedia para el pueblo peruano. Este lunes 19 todo el personal responsable de  “planificación familiar” de los hospitales y redes de la Región Lima del Ministerio de Salud fue capacitado en el uso de la denominada “píldora del día siguiente”, fármaco letal que no es medicina ni cura enfermedad alguna (aclaración: el embarazo no es una enfermedad) y cuya única función es destruir la vida de los seres humanos en sus primeros momentos o días de existencia.  Demás está decir que si bien el MINSA entregará gratuitamente esta droga mortal, su adquisición será hecha con el dinero de los impuestos del pueblo peruano. Es decir, todos financiaremos el “derecho” de cierta parte de la población en edad reproductiva de enfrascarse en una actividad sexual sin freno y sin el resultado de un bebe vivo.
Con anterioridad, el día 2 de setiembre, tuvo lugar una reunión en el paraninfo del Ministerio de Salud a la que fueron convocados los coordinadores de las redes de salud y  hospitales para la presentación de unos documentos elaborados para sustentar todo el aparato legal a través del cual poner en marcha este genocidio químico en el Perú.   
La presentación estuvo a cargo del Dr. Aspilcueta, Coordinador Nacional de la “Estrategia Sanitaria Nacional de Salud Sexual y Reproductiva” del Ministerio de Salud (por cierto también Director Ejecutivo de INPPARES, filial peruana de la IPPF, multinacional del aborto) y el Dr. Miguel Gutiérrez, miembro del Comité de Alto Nivel de Salud Sexual y Reproductiva del Colegio Médico del Perú (también representante para el Perú y Ecuador de  Pathfinder International, otra institución dedicada al aborto químico/quirúrgico, financiada por el Fondo de Población de las Naciones Unidas y el gobierno de los EEUU, gobiernos europeos, instituciones bancarias, etc.), además de un asesor legal ad hoc. 
La Resolución que aprueba la nueva “Norma Técnica de Salud de Planificación Familiar” está firmada por la flamante Ministra de Salud, Patricia García, quien acaba también de nombrar como nueva Coordinadora Nacional de Estrategia de Salud Sexual y Reproductiva, en lugar del Dr. Aspilcueta y según Resolución publicada en El Peruano el 16 de setiembre, a la Dra. Carmen Emilia Mayuri, quien también sería una radical defensora del aborto.
Por otro lado, hace un par de días salió publicada la noticia de que el Ministerio de Salud inició la distribución de la “píldora del día siguiente”, o “anticonceptivo oral de emergencia”. Existen datos de que esta distribución ya habría empezado desde fines de agosto, evidenciando toda una trama de corrupción y de componendas entre los involucrados en este atentado contra la vida y la salud de mujeres y niños.  Según informe del Dr. Aspilcueta, parte de estas píldoras habrían llegado al Perú como “donación de las Naciones Unidas”.
Todos estos actos contrarios al bien común pudieron llevarse a cabo gracias a un “golpe de estado” judicial contra los seres humanos recién concebidos, y mediante el cual un x juez otorgó una medida cautelar, ordenando al Ministerio de Salud la distribución gratuita de un fármaco que no es una medicina; un acto que atenta contra todo ordenamiento jurídico al tratarse de una cosa ya juzgada -definida después de años de litigio que llegó hasta el Tribunal Constitucional y en que el Minsa fue derrotado- y que jamás hubiera pasado si no fuera por el tácito apoyo del  Ejecutivo y sus Ministros -claramente nombrados para tal efecto- y, claro está, la complicidad de los medios de comunicación social.  


Esto es solo el comienzo de la cuesta abajo de nuestro país. Luego seguirá la brutal violencia del aborto quirúrgico, bajo la consigna del  “aborto por violación”.  Continuarán con las leyes que llevan a la completa negación de la realidad biológica del ser humano, que ya están siendo preparadas para someter a todos los peruanos al totalitarismo de la agenda gay, el mismo que conlleva la destrucción del concepto de familia e impone una guía de perversión sexual para la educación de los niños en los colegios. Cualquier disentimiento será perseguido con toda la fuerza de una ley puesta al servicio del proyecto de exterminio de todo principio moral cristiano, el cual es visto como el mayor obstáculo para poder saciar el furor fornicario y el desenfrenado anhelo por placer sexual de una sociedad sin Dios
Ahora debemos examinar nuestra conciencia y preguntarnos:
¿Por qué nuestro país está preparando tamaña matanza; por qué está a punto de perpetrar un masivo exterminio de seres humanos recién concebidos?  ¿Por qué nos encontramos ante un  inminente ataque a la base de toda sociedad, al pretender equiparar cualquier unión sexual al matrimonio y cualquier convivencia a la familia?  ¿Por qué la casi totalidad de medios de comunicación con sospechosa y supina ignorancia atacan a la Iglesia, acusándola de querer imponer un concepto “religioso” del matrimonio, cuando de las bodas y de la familia existen registros históricos prácticamente desde que existe el hombre sobre la tierra -muy anterior a la formación de los Estados- y ya Aristóteles, siglos antes del nacimiento de Jesucristo y de la fundación de la Iglesia Católica y por ende del cristianismo, definió a la familia como la célula básica de la sociedad, y nunca jamás, en ninguna sociedad, cristiana o pagana, ha sido reconocida jurídicamente ni protegida ni privilegiada ninguna unión homosexual?  ¿Por qué la inocencia de nuestros niños y su formación cristiana está siendo amenazada? ¿Por qué pende sobre nuestras cabezas la futura persecución a quien se mantenga fiel a su conciencia bien formada?
La respuesta es simple: el pecado nunca es gratuito.  Nuestras acciones traen consecuencias, y estamos ahora asistiendo al primer acto del trágico desenlace de la votación del pueblo peruano en las últimas elecciones presidenciales, que incluyeron un silencio clerical –con varias honrosas excepciones- y un episodio no solo bochornoso, sino de claro desafío al Magisterio de la Iglesia, el cual prohíbe tajantemente, sin admitir excepción o compromiso alguno, favorecer con el propio voto a un candidato cuyo plan de gobierno proponga leyes que atenten contra la vida humana o los contenidos fundamentales de la fe y la moral, tal como el aborto o el intento de equiparar jurídicamente -o recibir reconocimiento legal- otras formas de convivencia que no sean el matrimonio monógamo entre personas del sexo opuesto (adjunto extracto del documento y enlace para quien desee verificar esta prohibición).
Fue así que tuvimos el espectáculo de un auto-denominado “estratega” pro vida, que usó todas sus influencias y contactos para promover la candidatura de tan gran enemigo de los principios cristianos, en abierta desobediencia a lo que enseña la Iglesia Católica sobre estos puntos denominados “innegociables”. 
Pero, ¿qué “estratega” pro vida en su sano juicio, teniendo tres candidatos de los cuales uno es pro vida y pro familia y está a pocos puntos de ganar en primera vuelta, y otros dos son anti vida y anti familia, haría campaña y promovería a uno de los dos anti-vida con poquísimos votos en comparación, cuando ya existen encuestas que indican que, de pasar precisamente ese candidato a segunda vuelta, acabaría por llevarse el triunfo?  O se trata de una falta total de materia gris en el cerebro, o de una inaudita imprudencia, o de un caso de alta traición.  No existe otra posibilidad y será Dios quien lo juzgue. Pero el daño ya está hecho, incluyendo haber arrastrado a un desprevenido español recolector de firmas por internet y a una agencia de noticias católica, que aparentemente tampoco está enterada de sus obligaciones ante la Iglesia, pues permitió la publicidad para el candidato anti-vida y anti-familia en sus páginas de noticias.  Así fue que muchísimos católicos desprevenidos acabaron votando por el mal y de espaldas a su fe y a lo que ordena el Magisterio de la Iglesia Católica.
El fruto envenenado del  gravísimo pecado social no tardó en aparecer, como para que no quepa duda de la estrechísima relación entre las decisiones que se toman de espaldas a Dios y los letales efectos de tales decisiones.  La actual e inútil “recolección de firmas” para quejarse ante el señor presidente es en sí misma de tal ingenuidad que solo puede explicarse como el intento de acallar las conciencias culpables.

El daño es grave y cada quien llevará en su conciencia el alto precio de sangre de millones de víctimas que serán destruidas al poco tiempo de recibir de Dios el sagrado don de la vida.  Sabemos que estos inocentes recibirán al fin de los tiempos sus cuerpos glorificados que habrán de unirse a sus almas inmortales, pero sabemos también que este genocidio no quedará sin castigo pues será perpetrado gracias a un gobernante elegido por el propio pueblo.
Recordemos a este respecto un pasaje del libro biográfico “Un Camino bajo la Mirada de María” escrito por las religiosas del Carmelo de Coimbra en Portugal -quienes vivieron durante tantos años con la vidente sor Lucía de Fátima- y donde narran muchas de sus conversaciones.  Entre ellas:
“Por el pecado de la persona, la persona es responsable y paga por él; pero por el pecado de la nación toda la gente paga por ello, porque los gobernantes que promulgan las leyes injustas lo hacen en nombre de las personas que los eligieron.”
 “Hoy Portugal está bajo el peso de tres pecados sociales que requieren la reparación y conversión: el divorcio, el aborto y el matrimonio civil entre personas del mismo sexo. Es una gran crisis moral que explica todas las otras crisis. Un cuerpo enfermo con gangrena mejora con los tratamientos, pero mientras que la enfermedad puede mejorar, si el tratamiento no erradica la fuente del mal, la muerte será el fin”.                          http://store.spiritdaily.com/product-p/gi-570.htm
Cómo no comprender entonces lo altamente probable de que nuestro país tenga que sufrir fuertes tribulaciones como castigo por el pecado social que ha dado origen a las circunstancias que estamos viviendo, para darnos cuenta de la urgentísima necesidad de reparación, si deseamos disminuir en algo lo venidero. Ya por el año 1941, para la festividad de San Pedro y San Pablo, el Papa Pío XII lo expresó con gran claridad:
“Es de creer que a veces puede Dios permitir que, en esta tierra y durante algún tiempo, triunfen el ateísmo y la impiedad, lamentables oscurecimientos del sentido de la justicia, infracciones del derecho, torturas de los hombres inocentes, pacíficos, indefensos y sin apoyo.
Es de creer que así es como en un momento dado Dios deja caer sobre los individuos y sobre los pueblos pruebas cuyo instrumento es la malicia de los hombres, por un designio de su justicia enderezado a castigar los pecados, y a purificar las personas y los pueblos con las expiaciones de la vida presente, para hacerlos volver a Sí por tal camino.”  
Es preciso reconocer también que esta “Era de Rebelión” de la humanidad contra Dios fue muchas veces profetizada a lo largo de la historia de nuestra Iglesia.  Una de ellas fue a través de la aparición de la Santísima Virgen en el siglo XVI como Nuestra Señora del Buen Suceso, en Quito, Ecuador. Ya varias de sus profecías se cumplieron a cabalidad. Transcribo algunas para los siglos XIX y XX:

• Libertinaje, impureza, corrupción de mujeres y niños

“...Se desbordarán las pasiones y habrá una total corrupción de costumbres, por casi reinar Satanás con las sectas masónicas, tendientes principalmente a corromper a los niños para sostener con ese medio la corrupción general. ¡Ay de los niños de ese tiempo!: el sacramento del Bautismo lo recibirán difícilmente, la Confirmación, de igual manera”.

“Habiéndose apoderado la secta de todas las clases sociales, tendrá tanta sutileza para introducirse en los hogares domésticos, que perdiendo a la niñez, se gloriará el demonio de alimentarse con el exquisito manjar de los corazones de los niños. En esos aciagos tiempos, apenas se encontrará inocencia infantil, de esa manera irán perdiéndose las vocaciones para el sacerdocio, que será una verdadera calamidad”.


• La virginidad habrá casi desaparecido

“La atmósfera repleta del espíritu de impureza, el que a manera de un mar inmundo correrá por calles, plazas y sitios públicos con una libertad asombrosa de manera que casi no habrá en el mundo almas vírgenes. La delicada flor de la virginidad, tímida y amenazada de completa destrucción, lucirá de lejos”.


• Puerta abierta para el divorcio, el concubinato, los hijos ilegítimos, la educación laica...

“El sacramento del matrimonio, el que representa la unión de Cristo con la Iglesia, será atacado y profanado en toda la extensión de la palabra... [se aprobarán] inicuas leyes procurando extinguirlo, facilitando a todos vivir mal y propagándose la generación de hijos mal nacidos y sin la bendición de la Iglesia, irá decayendo rápidamente el espíritu cristiano.
“Apagándose la luz preciosa de la fe hasta llegar a casi una total y general corrupción de costumbres; esto, unido con la educación laica, será motivo de escasear las vocaciones sacerdotales y religiosas”.


• Quien debía hablar, callará

“Casi no se encontrará inocencia en los niños ni pudor en las mujeres, y en esta suprema necesidad de la Iglesia, callará quien a tiempo debió hablar”.
Esta grave omisión es repetida por la Santísima Virgen en la siguiente aparición, el 2 de febrero de 1610:
“Campearán los vicios de impureza, la blasfemia y el sacrilegio en aquel tiempo de depravada desolación, callando quien debería hablar”.


• Los que deberían defender los derechos de la Iglesia, darán la mano a sus enemigos

Nuestra Madre Santísima hace a su hija dilecta esta terrible declaración:
“Tiempos funestos sobrevendrán, en los cuales... aquellos que deberían defender en justicia los derechos de la Iglesia, sin temor servil ni respeto humano, darán la mano a los enemigos de la Iglesia para hacer lo que éstos quieran”.     

• Muchas naciones serán castigadas por los pecados de sacerdotes y religiosos

“Sabe aún que la Justicia Divina acostumbra descargar castigos terribles sobre naciones enteras, no tanto por los pecados del pueblo, cuanto por los de los sacerdotes y religiosos, porque estos últimos son llamados, por la perfección de su estado, a ser la sal de la Tierra, los maestros de la verdad y los pararrayos de la Ira Divina”.

• Por servirle a medias, renegará Dios de muchas almas

El Niño Jesús reveló a la madre Mariana que muchas almas religiosas y sacerdotales “quieren servirme a medias, conservando sus caprichos y genios, satisfaciendo en todo sus voluntades y tomando libertades incompatibles con su estado y profesión. Yo no las tolero; nada por la mitad me agrada. Yo las abandono y dejo que sigan todos los deseos de su corazón pervertido para desconocerlas delante de mi Padre Celestial. ¡Ay de aquéllos y de aquéllas!”

 http://www.fatima.org.pe/articulo-460-maria-del-buen-suceso-quito-ecuador

Nuestro deber como católicos es claro. Aunque sea imposible escapar del castigo que habrá de caer sobre tantas naciones y ahora también sobre el Perú, porque el mundo debe ser purificado, cumpliéndose así la Palabra de Dios en el Apocalipsis, no podemos nosotros claudicar en la lucha por llevar la luz de la verdad donde las obras de las tinieblas han sembrado el error y el engaño.  En estos tiempos aciagos, todos responderemos por el ateísmo práctico, la apostasía y la indiferencia de una sociedad mundana y secularizada que no supimos o no quisimos combatir.

“Porque es necesario que todos nosotros seamos puestos al descubierto ante el tribunal de Cristo, para que cada cual reciba conforme a lo que hizo durante su vida mortal, el bien o el mal.”   2 Co 10

La Palabra de Dios es eterna y sus Mandamientos no pueden ser puestos en consulta.  El aborto, infame flagelo satánico de nuestra era, debe ser denunciado y mostrado tal y cual es, para que cese el silencio y la indiferencia sembrada en los últimos años a través de una costosísima “celebración de la vida” que con su música mundana de rock y salsa, con sus divertidos bailes al estilo flashmob practicados durante toda la Cuaresma -época de penitencia y reflexión en el mundo cristiano- en nada ha contribuido a la toma de conciencia, especialmente de los jóvenes, de la brutal y violenta naturaleza de este horrendo crimen.                         Su ausencia y el silencio de sus voces cuando tanta falta haría es prueba del fracaso. Las marchas deben volver a ser fruto de la indignación ante la sangre derramada de millones de niños asesinados en el vientre de sus madres; deben ser actos de  enérgica protesta de cara a Dios y ante el mundo. Las cifras absurdas deben ser desterradas para siempre, pues Dios no bendice el engaño ni lo hace fructificar; creer lo contrario es desconocer la esencia misma de quien es  Camino, Verdad y Vida.   La Iglesia, Esposa de Cristo, no debe jamás auto-rebajarse en su dignidad, pidiendo premios al mejor “marketing”, comparando su sublime misión evangelizadora con los viles artilugios de empresas comerciales.  Ni la Iglesia se lo merece, ni los católicos nos merecemos semejante desatino.
Si algo está claro, queridos amigos, es que no se ha llegado a la presente situación de la noche a la mañana. La vida, la familia, y aun la Iglesia son atacadas desde adentro y desde afuera.  La crisis moral en que la sociedad está sumida va simultánea con la crisis de la Iglesia de la cual nos había advertido la Santísima Virgen en tantas apariciones.  
Sabemos que la Iglesia saldrá victoriosa y el Reino de Cristo llegará a esta tierra, pero no sin antes pasar por una dolorosa purificación.  Si es cierto lo que el exorcista del Vaticano recién fallecido padre Gabrielle Amorth y otros sacerdotes que conocen de cerca la acción demoníaca nos dijeron, las muertes violentas en los países aumentarán en la misma proporción que las muertes por aborto, reflejando en los asesinatos y ejecuciones los mismos crueles métodos de estos abominables crímenes.
¿Qué nos queda por hacer?  Nos queda la urgencia de la reparación. Debemos vivir con la mirada puesta en aquellas dos columnas que le fueran mostradas en un sueño profético a san Juan Bosco: la Santa Eucaristía, Salud de los Creyentes, y la Santísima Virgen María, Auxilio de los Cristianos.   Debemos anclar nuestras vidas, nuestras familias y nuestro país a estas dos columnas. 
Para esto es preciso que acudamos con la mayor frecuencia y si es posible a diario a postrarnos ante el Santísimo Sacramento, que es Cristo mismo.  Debemos postrarnos ante aquel precioso cuerpo que fue martirizado por nosotros y ante aquella sangre que fue derramada para salvarnos.  Debemos cubrirnos espiritualmente, lo mismo que a nuestras familias y a nuestro país, y muy en especial a todos los recién concebidos, con aquella sangre que limpia todo pecado y es fuente de la salud espiritual que nos hará alcanzar la vida eterna. Debemos suplicarle que disipe toda tiniebla de confusión sembrada por el Enemigo en el mundo y que nos ayude a cumplir nuestro deber de combatir el mal donde este se encuentre. 
Y como toda gracia y todo auxilio nos son concedidos por mediación de nuestra purísima y santísima Madre, la Virgen María, debemos ser conscientes de la locura que es el no dedicarle quince minutos al día a madre tan poderosa, desdeñando el arma que ella misma tanto nos ha suplicado usar: su santo rosario.  Pequeña cadena, pero con tal poder, que es capaz de atar al mismísimo demonio.  Si todo el pueblo católico peruano se uniera como un ejército con semejante arma y la Santísima Virgen de capitana, ¿qué mal no podríamos parar en nuestro país?
Si por algún motivo a alguien no le fuera posible rezar el santísimo rosario todos los días, aún está la promesa hecha a santa Matilde en el siglo XIII, que hace patente la generosidad de nuestra madre: quien rece tres            Ave Marías diariamente tendrá su auxilio durante su vida y su especial asistencia a la hora de la muerte.
Esta devoción, aprobada por el Papa León XIII, solo toma un minuto al día.  La primera Ave María se reza a nuestra Madre por el poder que le concedió el Padre Eterno; la segunda por la sabiduría que le concedió el Hijo; la tercera por el amor que le concedió el Espíritu Santo.   Apelando a la promesa de su poderoso auxilio, unamos a cada Ave María la súplica por nuestro país y por la protección de todos los amenazados por los abortos químicos y quirúrgicos.
Si juntos  logramos anclarlo todo a estas dos columnas, por mucho que se agiten las olas no habrá tempestad que pueda destruirnos.  Muchos saludos y bendiciones,
Nancy
         
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           Nancy Freundt
                  Presidente
Agrupación en Defensa de la Vida







Somos provida , y en el Perú se lucha por la causa en pos del nacimiento sin interrupción de una generación futura contra el sicariato de la muerte internacional y nacional que quieren imponernos a la fuerza leyes impías.

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